«La Desnudez del Desnudo»

«Lujuria-Rechazo. En general y al margen de otras consideraciones, son las dos emociones que nos produce la visión de un cuerpo desnudo. La reflexión sobre este hecho nos puede abrir la puerta a una visión más equilibrada y más sana. Tal vez Fidias asentiria con una sonrisa».

Alons Artero

«Alons Artero expresa a través de su obra el compromiso con lo real que está presente en cada detalle cotidiano y la capacidad de trabajar con lo inmediato para alcanzar lo esencial, aquello que no está sometido a las leyes de la razón, el tiempo ni el espacio. La constancia para aprender y desarrollar una técnica exquisita y refinada es entendida como una herramienta que permite la libertad de movimientos hacia lo esencial. La capacidad de disfrutar creando, entregado a la inspiración meditativa, es un camino de acercamiento a lo esencial.»

Reyes Alejandre Escudero

Los trabajos de Alons Artero muestran en su mayoría desnudos de mujeres y hombres. Al mirar, me acerco gradualmente a las imágenes, me sumerjo lentamente en ellas. Primero veo cuerpos desnudos: fuertes, delicados, ligeros y pesados, todos diferentes; pechos, piernas, abdomen, brazos, cuellos, cabellos, piel, músculos, gestos…
Después de contemplarlo un rato, mi mirada se concentra en los ojos de los personajes, y sucede algo especial: me doy cuenta de que el personaje no me mira directamente. Veo su erotismo, su conexión interior, pero no es exhibicionismo de su parte. No se trata de acercarse al espectador y tratar de convencerlo de sí mismo. Su mirada parece provenir de ese punto íntimo interior del que también nos miran los niños pequeños. Más una audición con los ojos que una visión activa.
Los modelos están muy conectados consigo mismos, en un momento en que están en reposo, pero al mismo tiempo se ocupan de sí mismos, donde son hermosos y reflexivos en su soledad. Aunque hacen que su cuerpo sea visible en su intimidad, se encuentran en este nivel interno donde no quieren coquetear con el mundo bajo estrés. Las figuras se recogen y se concentran como en un estado meditativo
Finalmente, en las obras veo el trabajo del artista. Su manejo de los colores, del equilibrio de la luz y la sombra, del espacio y la forma. Su conocimiento de la anatomía del cuerpo me da la impresión de que no pinta un cuerpo desde el exterior, sino que lo diseña desde el interior, sabiendo la conexión y la interacción de los elementos individuales. Veo los gestos y la ponderación que tienen los cuerpos, el lugar donde se encuentra el centro de gravedad. Veo las manos apoyadas o sostenidas en el aire, pero no vacías o desapegadas, sino que tienen su peso e historia. Todo esto, por supuesto, forma parte del oficio de un buen pintor y me gustaría afirmar que Alons Artero ha adquirido este oficio y puede dar vida a una persona en un lienzo bidimensional.
Las pinturas y los dibujos corrigen mi mirada. La forma externa es al principio una barrera, agradable o irritante, pero luego mi mirada pasa a través de ella y me conecta con el núcleo de la figura, más allá de los nombres y las palabras. Es una experiencia calmante y curativa. Me siento con mi «imperfecto» cuerpo en la mejor compañía, en el ámbito de lo cotidiano y versátil, y no en el ámbito restringido de lo especial y una «perfección artificial injertada». Es el camino a través de lo físico hacia lo espiritual.

Hans Richter